Tigrilla,
así le llamaban cariñosamente las personas que la estuvieron vigilando y alimentando en la calle, desde que era apenas un bebe, a ella y sus dos hermanos,
uno de sus hermanos se rescató y se quedó en una casa de acogida, que finalmente lo adoptó, el otro hermano de Tigrilla también sociable murió atropellado por un coche.
Las personas que los encontraron en la calle, a Tigrilla y sus dos hermanos pidieron ayuda cuando eran bebes, pero les dijeron que no les podían ayudar y ahí quedaron en la calle cuando solo eran bebes asustados, que no podían valerse por si mismos.
Tigrilla quedo en la calle, sola, ya con año y medio todavía era pequeña y una linda gatita, Calicó, cuando nosotras la encontramos con un año.
Fue la primera gata que quisimos rescatar cuando se constituyó la Asociación, de echo compramos la primera jaula trampa para ella, la pusimos y entro enseguida, pero tristemente tuvimos que volver abrir la jaula y dejarla salir, dio un salto espectacular y fue corriendo, dando un rodeo, para finalmente volver al sitio donde estaban sus 4 bebes, ese fue el motivo por el que no tuvimos más remedio que dejarla salir, los pequeños con apenas unos 20 días de vida, se metieron rápidamente en el interior de una tubería, de difícil acceso, si nos hubiéramos llevado a su madre, los pequeños habrían muerto.
Nos organizamos y les empezamos a poner comida en el lugar, curiosamente la parcela era la misma donde estaban Gini, (Ron) y sus hermanos, pero siendo pequeños nunca llegaron a estar juntos, cada una de las 2 camadas estaban en una punta distinta de la parcela.
Pasaron los días y 2 de los bebes de Tigrilla desaparecieron, le quedaron solamente 2, les pusimos los nombres de Billy y Cail, Tigrilla junto con sus 2 bebes quedaron ahí en ese lugar, en principio el dueño de la parcela nos permitía entrar a ponerles comida.
Cuando Billy y Cail tuvieron 3 meses Tigrilla ya cada vez estaba menos tiempo con ellos, por eso ante el peligro de que empezaran a salir hacia la carretera se decidió poner jaula y sacarlos, al ser pequeños y estar tan unidos, los dos a la vez entraron en la jaula, al verlos no nos lo podíamos creer.
Kail
Al poco tiempo nos prohibieron seguir poniendo comida en la parcela, lo vallaron y cerraron todo para que no pudiéramos entrar.
Los gatos que quedaban se fueron desplazando hacia lugares cercanos, como fue el caso de Tigrilla y Negrita. Estas eran ya las dos únicas gatas que quedaban en la parcela, y justo fueron las dos que nunca conseguimos sacar.
Mas tarde se cometió una injusticia muy grande con ella, con Tigrilla, por fin se consiguió rescatar y dejar en una casa de acogida.
Estas personas lo hicieron muy mal con la pobre Tigrilla, tuvo muy mala suerte, la mantuvieron retenida en un cuarto de baño durante dos meses, después de ese tiempo encerrada esa persona la llevo a una protectora para que la esterilizaran y a continuación la dejaron otra vez tirada en la calle.
Dos meses es mucho tiempo para tener a un gato encerrado, dejarlo después en la calle es cruel, el resultado fue que Tigrilla estaba aterrada, sobre todo los primeros días después de que fuera abandonada en la calle.
Tigrilla perdió su espacio ya que el lugar que ella había ocupado al echarlos de la parcela y antes de ser encerrada, después fue ocupado por otro gato, no la dejaba comer, vivía asustada, entre los coches, ya no tenía donde refugiarse, estaba sola otra vez en la calle, pero ahora con menos capacidad para defenderse.
Necesitábamos una acogida muy responsable para ella, alguien que de verdad amara a estos animales, alguien que pudiera protegerla, que le diera todo el cariño que otras personas no supieron darle, no queríamos que muriera en la calle.
Pedimos Ayuda urgente, desesperada para ella.
Nada, nadie se ofreció a volver a tener a Tigrilla en acogida, por lo que ella poco a poco volvió hacerse en el lugar, en la calle.
Tigrilla estaba sola, rondaba por toda la zona, pero ya nunca vivió en colonia junto a otros gatos, tan solo iba a comer, con mucho miedo, cuando los otros gatos no estaban.
Varias personas la siguieron vigilando, poniendo latitas de comida específicas, ya que a ella no todas le gustaban, y poco a poco se fue acercando cada vez más, hasta el punto de dejarse acariciar por una de las personas que la alimentaban y tanto querían, con la pena de no poder llevársela a casa, cada una por sus propias circunstancias.
Fue pasando el tiempo y por la zona empezaron a desaparecer gatos, no exactamente dónde estaba Tigrilla, pero si muy cerca, por lo que decidimos cogerla, se le puso jaula en muchas ocasiones, pedimos ayuda desesperada a otras personas, asociaciones supuestamente más expertas en rescates que nosotras, pero ni siquiera obtuvimos respuesta.
Tigrilla desapareció en aquellos días en que hubo muchos gatos muertos y colonias enteras que desaparecieron.
Nunca más hemos vuelto a saber de Tigrilla, no encontramos su cuerpo, a pesar de que se busco durante muchos días, por una zona estensa, por donde nos decían lugares donde ella podía moverse por la noche, nada, no se consiguió y nos queda la pena de no haberla podido salvar, vivió y probablemente murió en la calle.
Siempre será parte de nosotros. Sin ella no podríamos contar la historia de esta asociación.